Nivel de dificultad: 2/10 (Fácil, pero tiene un toque exótico que hace que se luzca)
La Dracaena sanderiana, conocida comúnmente como “bambú de la suerte”, es la planta perfecta si querés algo de buen gusto y fácil de cuidar, pero que parezca sacado de un feng shui de lujo. Es elegante, resistente y se adapta a diferentes condiciones. No te preocupes, no tiene nada de complicado, solo dale el trato adecuado y se encargará de darle un toque zen a tu espacio.
* Riego: Moderado. No le gusta estar empapada, pero tampoco quiere sentirse abandonada. Es preferible regarla cuando la tierra esté seca, pero sin que se reseque completamente. Si la tenés en agua, cambiásela cada tanto para evitar malos olores y mantenerla saludable.
* Luz: Luz indirecta brillante. A la Sanderiana le encanta la luz, pero no el sol directo, porque podría quemar sus hojas. Ponla cerca de una ventana soleada, pero no directamente bajo el sol.
* Humedad: Moderada. A esta planta le gusta un poco de humedad, pero no es una diva que necesita un ambiente tropical constante. Si vivís en un clima seco, un poquito de rociado o un humidificador en invierno le vendría de maravilla.
* Dificultad: 2/10 (Súper fácil de cuidar, es la planta que te pide menos atención, pero te lo da todo)
La Sanderiana es una planta ideal para quienes buscan algo sencillo pero con mucha presencia. Si bien no necesita mucha agua o sol, si le das la atención básica, va a premiarte con una presencia elegante y relajante en tu espacio. Es el toque zen que te faltaba sin tener que hacer un curso de jardinería. ¡Un bambú de la suerte que te traerá suerte sin complicaciones!
